jueves, 27 de noviembre de 2014
domingo, 19 de octubre de 2014
La naturaleza, cómplice de madre e hijo, se quedó en un segundo lugar, el viento se mantuvo en calma, la luna iluminó la escena.
Un viaje siempre es algo especial. Mis padres desde muy pequeño me inculcaron que el mayor aprendizaje de una persona es conocer otras culturas y otras gentes, tan distintas pero a la vez tan parecidas. El viaje al pueblo de Zaid se ha convertido en una experiencia tan especial que quizás a día de hoy algo de mí perdure allí -parecerá una frase hecha, pero verdaderamente es lo que siento-. Sus gentes, su cultura, su familia, sus colores, sus montañas… Viví sensaciones tan especiales, tan intensas que me cuesta encontrar las palabras para expresarlas. La causa: una boda; la compañía: un grupo de amigos montañeros (Ana, Alfonso, Facha, Inés y el que se dirige a vosotros). Nuestro amigo Zaid se casaba y nos ilusionaba enormemente formar parte de uno de los momentos más importantes de su vida.
El desplazamiento hasta el pueblo de nuestro amigo se desarrolló como una auténtica aventura de 22 horas entre coches y barco, por lo que el cansancio iba apareciendo en nuestros rostros como si de un ultra se tratara, aunque la sonrisa no se desdibujó de nuestras caras como tampoco la ilusión por llegar a nuestro destino. Cuando las montañas del Atlas empezaron a aparecer ante nuestros ojos, caía ya la noche sobre los desérticos valles, por donde se iban colando de vez en cuando algunos oasis. Empezábamos a cruzar entonces pequeños pueblos. De estos me sorprendía la ausencia de cualquier tipo de alumbrado público. Pequeñas bombillas eran las que indicaban la existencia de pequeñísimos locales comerciales, en los que se podía encontrar de todo. Cruzamos Imichil, la última población a la que llegaba el asfalto, y pasaríamos pronto a la pista de tierra. Fue una carretera flanqueada por montañas de 3.000 metros y parecida a la huella que deja una serpiente al reptar la que nos llevó al pequeño pueblo de Zaid. Llegar allí fue como retroceder 2.000 años en la Historia. Es sorprendente ver que las construcciones están hechas a base de troncos de árboles y adobe.
El desplazamiento hasta el pueblo de nuestro amigo se desarrolló como una auténtica aventura de 22 horas entre coches y barco, por lo que el cansancio iba apareciendo en nuestros rostros como si de un ultra se tratara, aunque la sonrisa no se desdibujó de nuestras caras como tampoco la ilusión por llegar a nuestro destino. Cuando las montañas del Atlas empezaron a aparecer ante nuestros ojos, caía ya la noche sobre los desérticos valles, por donde se iban colando de vez en cuando algunos oasis. Empezábamos a cruzar entonces pequeños pueblos. De estos me sorprendía la ausencia de cualquier tipo de alumbrado público. Pequeñas bombillas eran las que indicaban la existencia de pequeñísimos locales comerciales, en los que se podía encontrar de todo. Cruzamos Imichil, la última población a la que llegaba el asfalto, y pasaríamos pronto a la pista de tierra. Fue una carretera flanqueada por montañas de 3.000 metros y parecida a la huella que deja una serpiente al reptar la que nos llevó al pequeño pueblo de Zaid. Llegar allí fue como retroceder 2.000 años en la Historia. Es sorprendente ver que las construcciones están hechas a base de troncos de árboles y adobe.
El recibimiento de su familia ya caló en lo más profundo de cada uno de nosotros. El reencuentro de Zaid con su madre nos mantuvo en un silencio sepulcral durante un largo y emocionante momento. El silencio se adueñó del espacio y nuestros vellos se erizaron al contemplar tan cálido abrazo. La naturaleza, cómplice de madre e hijo, se quedó en un segundo lugar, el viento se mantuvo en calma, la luna iluminó la escena.
Esos días esta familia nos dio cobijo y alimento, además de un trato sin igual. Es alucinante comprobar con cuán poco se puede vivir; lo felices que son con lo poco que poseen: una vaca que ordeña su madre mañana y tarde, unos discretos cultivos bañados por un riachuelo, el rebaño que les proporciona carne para todo el año… ¿Es necesario más para vivir? Son tantas las preguntas que me surgieron… Son tantas a las que no encontraba respuesta…
Uno de los días que salimos a correr por las montañas, hicimos una torre de piedras para que quedara de alguna manera nuestra huella en aquel lugar. La más importante de todas estas piedras viajó con nosotros hasta allí, se trata de una valiosísima piedra que ha sido pintada por otra compañera que nos acompañaba de una manera espiritual esos días, Noe.
Del día de la celebración solo cabe decir que fue muy peculiar… (¡Los invitados iban en camión!) La presencia de mis padres, junto a unos amigos suyos, dio más emotividad a la situación. Pero la hora de regresar se acercaba mientras los invitados continuaban festejando el enlace, pues allí estas celebraciones se extienden hasta tres días. Estos hicieron un alto para acompañarnos al coche que nos iba a traer, entre otros muchos medios de transportes, al sitio desde el que hoy lo revivo todo.
Me sentiré eternamente agradecido a esas personas con las que pasé estos días que van a quedar grabados no solo en mi retina, aquellas que han hecho que el largo viaje de vuelta de 27 horas mereciera la pena y no resquebrajase la bestial sensación de haber vivido, haber aprendido, haber crecido tantísimo en solo unos días...
Esos días esta familia nos dio cobijo y alimento, además de un trato sin igual. Es alucinante comprobar con cuán poco se puede vivir; lo felices que son con lo poco que poseen: una vaca que ordeña su madre mañana y tarde, unos discretos cultivos bañados por un riachuelo, el rebaño que les proporciona carne para todo el año… ¿Es necesario más para vivir? Son tantas las preguntas que me surgieron… Son tantas a las que no encontraba respuesta…
Uno de los días que salimos a correr por las montañas, hicimos una torre de piedras para que quedara de alguna manera nuestra huella en aquel lugar. La más importante de todas estas piedras viajó con nosotros hasta allí, se trata de una valiosísima piedra que ha sido pintada por otra compañera que nos acompañaba de una manera espiritual esos días, Noe.
Del día de la celebración solo cabe decir que fue muy peculiar… (¡Los invitados iban en camión!) La presencia de mis padres, junto a unos amigos suyos, dio más emotividad a la situación. Pero la hora de regresar se acercaba mientras los invitados continuaban festejando el enlace, pues allí estas celebraciones se extienden hasta tres días. Estos hicieron un alto para acompañarnos al coche que nos iba a traer, entre otros muchos medios de transportes, al sitio desde el que hoy lo revivo todo.
Me sentiré eternamente agradecido a esas personas con las que pasé estos días que van a quedar grabados no solo en mi retina, aquellas que han hecho que el largo viaje de vuelta de 27 horas mereciera la pena y no resquebrajase la bestial sensación de haber vivido, haber aprendido, haber crecido tantísimo en solo unos días...
jueves, 16 de octubre de 2014
"Quizás no supiéramos todos los detalles de nuestra vida pero si sentíamos ese lazo de amistad que nos había unido en la distancia". Carta a Carlos Chamorro.
Carta a
Carlos Chamorro.
Se dice
que cada momento es único e irrepetible y ciertamente así es, nosotros
día a día intentamos disfrutar de cada instante, de cada sensación y de
todo lo que otras personas aportan a nuestra existencia, intentando vivir
con una visión positiva de la vida y dando lo mejor de nosotros mismos,
¡así es el equipo de En positivo+!
Hace un
tiempo, a través de nuestra página conocimos a varios corredores de montaña y
entre ellos a ti, Carlos Chamorro (Búscame en la cima),
todo fruto de las casualidades, ya que nosotros ni somos corredores
ni deportistas ni famosos…
La
motivación y la fuerza que emanaban tus palabras nos conquistaron y
acabamos siendo amigos en la red, Búscame en la cima y En
positivo+ comparten una actitud positiva, luchadora, enamorados de
las montañas y llenos de vitalidad.
Recuerdo
que en el primer vídeo que realizamos subiendo una de las piedras de Ann
y Noe, incluimos el símbolo con el cual se identifica Búscame en la
cima, ese triángulo formado con ambas manos, porque nosotros
sentíamos esa conexión, esa energía que te da la montaña sin pedirle nada a
cambio.
Lo más
sorprendente de todo es que nosotros no te conocíamos personalmente ni
a ti, ni a ninguno de los corredores con los que habíamos entablado
amistad y fue la historia de las piedras de Noe la que acabó
por hacer que la magia sucediera y pudiéramos conocernos en persona.
Hace una
semana recibimos un mensaje de David donde nos invitaba a ir a conocer
a Noe, a ti y a otras personas relacionadas con la
historia de las piedras que suben cimas. ¡Y cómo no! ¡Nos hacía tanta ilusión!
que sólo preguntamos por la hora y el lugar.
Llegó el
día tan esperado y allí nos encontramos 6 amigos que jamás se habían visto las
caras frente a la puerta de la casa de Noe y de su familia. Y aunque
parezca mentira, en ningún momento pensamos que éramos desconocidos, porque con
toda seguridad te podemos decir que no lo éramos. Quizás no
supiéramos todos los detalles de
nuestra vida pero si sentíamos ese lazo de amistad que nos había unido en la
distancia.
Disfrutamos
muchísimo con ese encuentro y la visita a Noe, donde pudimos ver
la fortaleza de esos padres ante a situación que estaban viviendo y la preciosa
mirada de Noe encantada de conocer a algunas de las personas que subían sus
piedras pintadas con todo el amor del mundo a esas cimas bien alto.
Te
aseguramos, que recordamos ese día con ilusión, rememorando esas sonrisas
y sonrisas que nos echamos, esa complicidad entre todos los que allí
estábamos disfrutando el momento sin más. Un bonito y mágicomomento.
No había
finalizado nuestro recuentro y ya estábamos planificando volver a vernos, y es
que cuando la vida te da algo bueno…simplemente quieres más.
Así que
….
Carlos,
ves pensando cuando nos vas a alegrar la cara y el corazón con una nueva visita
a Barcelona.
PD:
Nuestra “logística” o mejor dicho …. Nuestro chico de “logística” ¡¡¡es único!!! y nos
llevará donde elijamos.
Un
abrazo enorme del equipo de En positivo+
miércoles, 1 de octubre de 2014
"UN DEBUT SOÑADO EN EL UTBS" por Manuel Cayuela.
Mi amigo Manuel Cayuela hace unos días debutó en la prueba de ultradistancia ULTRA TRAIL BOSQUES DEL SUR, le pedí que con unas palabras describiera sus primeras sensaciones y emociones en ese momento... Aquí os dejo con una lectura, que expresa el sentimiento de muchos de nosotros...
UN DEBUT SOÑADO EN EL UTBS
A día de hoy
28 de septiembre de 2014 puedo decir que he completado mi primer ultratrail,
125km+ 3 kms perdido con 4000+. Fueron 27 horas donde pude disfrutar, reir e
incluso llorar. Es increíble lo que se puede sentir en una prueba así. A los
que nos llaman locos les digo que vendita locura por vivir y por compartir algo
increíble, indescriptible. En esta distancia he conseguido darme cuenta de lo
sencilla que es la vida, de lo simple y básico que es el ser humano y de lo
compleja que es la mente. No puedo recordar ya los cambios en el estado de
ánimo que tuve, casi tantos como subidas y bajadas tenía la montaña, pero mi
determinación era clara: “he venido a acabar y lo voy a conseguir”. Esta
consigna estaba grabada a fuego en mi mente. Aún así, en el km 107 sentí que un
trozo de mi corazón se marchaba, pero tuve suerte y un ángel cartagenero vino a
salvarme, a cuidarme, me dio su ropa, su cariño, su comida, su hombro para
llorar y me hizo sentir que podía y pude (gracias David). Una vez más la
montaña me regalo unas vistas impresionantes, un agua nieve que me hizo sentir
minúsculo, un aire que movía todo mi ser y sobre todo me regalo 21 km preciosos junto a un
ángel que jamás olvidaré. Como tampoco olvidaré a todos los voluntarios de mi
club: Merche, Magdalena, Toñi, Raquel, Javi, Encarna, Naza, Pinte, David que me
animaron y cuidaron, así como a la más importante Maite, mi mujer y mejor amiga
que me ha apoyado y aguantado desde siempre. Ella me acompaña en el ultratrail
de la vida, que para mi es el más importante que todo corredor puede correr.
Nadie como ella me quiere, nadie como ella ha confiado en mi y me ha ayudado a
conseguir mi sueño de ser finisher.
martes, 9 de septiembre de 2014
"Unas vistas increíbles inundaban mi alma, se cernía ante mí un amanecer cargado de colores, de miles de matices que penetraban en las pupilas y en el espíritu" por Lola Rodríguez.
Mi amiga Lola Rodríguez, en primera persona, nos cuenta su ascensión al Veleta y Mulhacén en el mes de Agosto, junto al grupo de amigos Safa Baena, Cáliz, Arcas, Ángel, Tomás, Chamorro...
Llevábamos
planeándolo mucho tiempo y nunca llegaba el día. Yo quería y no quería pero ese
día llegó, fecha y hora, no había marcha atrás.
Quedamos a
desayunar en un barecito camino de Sierra Nevada, unas vistas increíbles
inundaban mi alma, se cernía ante mí un amanecer cargado de colores, de miles
de matices que penetraban en las pupilas y en el espíritu. Yo, tímida ante la
maravilla que se colaba ante mí, quede en silencio sin poder decir nada.
Por fin llegaron
todos y ya juntos partimos hacia la Hoya de la Mora. Al bajarnos del coche
hacia un frío casi invernal, la ropa que llevaba me parecía insuficiente para
aguantar la subida pero ahí estaba mi Carlitos sacando de todo de su mochila,
guantes, cortavientos….
Comenzamos el
ascenso rápido deseando entrar en calor, la Virgen de las Nieves nos observaba y hacia
ella nos dirigíamos.
Subimos al Veleta
como dice Cáliz “vamos a ver, saltalindes, un ratito trochando y un ratito por
carretera”. Carlos nos llevaba por donde no había camino entre pizarras y
rocas. Coronamos el Veleta y seguimos el camino hacia el Mulhacén, ¡ uf!, ¿sería
capaz?.
Bajamos hasta el
refugio, parada técnica, chocolate y frutos secos mientras las risas y las
bromas se hacían eco entre esas cuatro paredes. El frío no cesaba y el viento cortaba
la respiración.
Sin más preámbulos
nos pusimos en camino. Las vistas eran asombrosas, las lagunas salían a nuestro
encuentro continuamente, aun quedaban neveros. Seguíamos subiendo y el aire se
hacía pesado y denso.
Último trecho,
ascensión al Mulhacén, tan cerca y tan lejos a la vez, surgía ante nosotros
majestuoso, inalcanzable, al menos para mí. Arcas con su mirada siempre en la
cima me hacía buscar una piedra blanca que realmente no existía pero que
pretendía que fueran mis miras para no abandonar. Tomás nunca dejó que me
quedara atrás. Ángel me daba charla, intentando desviar mi atención de las
piernas que pretendían dejar de responderme para seguir caminando. Monolito
tras monolito, esperándonos los unos a los otros, siempre juntos. Al fin, cumbre,
Mulhacén, estaba eufórica, lo había conseguido.
Todo fue fácil a
pesar de la dificultad que para mi entrañaba subir. Tuve junto a mí al mejor
equipo, la mejor gente que no me iban a dejar abandonar, aunque lo pensé alguna
vez, ellos estaban ahí. Me decían: “Pasa la primera, pon tu el ritmo” y ellos
se adaptaron a mi falta de experiencia y a mis miedos por no conseguirlo.
Solo os puedo
decir ¡GRACIAS! por brindarme la oportunidad de subir al pico más alto de la
Península y sentirme fuerte por hacerlo.
sábado, 30 de agosto de 2014
Sergio y Helen “La montaña es parte de nuestra vida” Trail Runner Jaén
El pasado Lunes me
desplacé a Jaén a hacer algo nuevo, diferente, una entrevista. Miguel Hervás se
puso en contacto conmigo para proponerme esta idea después de haber leído las
entrevistas que he realizado en mi blog, pero claro, le comenté que lo haría
como un favor, porque yo no soy periodista. Ellos conocidos en el mundo del
trail como un pareja que se mueven por muchos terrenos, el es trabajador del
GREA y ella en una empresa de comunicación, unen a su estilo de vida la montaña, en la educación hacia sus hijos imparten valores que hablan de una vida en el
deporte y saludable.
¿Quién son Sergio y
Helen?
Helen: “Soy una
novata en esto de correr, aunque tengo suficiente tiempo para poder salir a
entrenar por las tardes. Empecé en carreras por montaña en el 2012, todo fue
debido a una subida que hicimos al Mont Blanc. Aunque siempre hemos hecho
deporte, en mi caso triathlón, que lo deje a un lado debido al nacimiento de mis
hijos. También íbamos a la montaña a escalar, aunque siempre he acompañado a Sergio
cuando competía en moto, realizando los avituallamientos y asistencias. Pero
desde que nos empezamos las actividades en el monte en el 2012, comenzamos hacer más escalada,
barrancos, ascensiones,.. La primera que hice fue la CXM Lagarto y ahí es donde
dije “Esto me encanta”,. En el 2013 empecé hacer más carreras de la zona, incluyendo alguna fuera la del Aneto, Loja y este año Circuito Provincial. Pero principalmente
quiero decir, que a mi el entrenamiento no me pesa “ME DA LA VIDA”. Entreno
sola, principalmente por la adaptación del día día con el trabajo de Sergio y el colegio de mis hijos. Pero al tener un entrenador, llevo una planificación que la cumplo
al 100%. Puedo decirte que ayer en mi último entrenamiento largo, antes de irnos para los Alpes,
se me saltaron las lágrimas… El cuidado a la hora de preparar una prueba de
este tipo, me ha hecho cuidarme tanto en alimentación, como en salud (analítica
para controlarme), todo no es correr.”
Sergio: “Desde
pequeño practicaba atletismo pero por una arritmia tuve que dejarlo, después
continué con la MTB pero por un problema en la rodilla debe dejarla a un lado. Lo que más he practicado ha sido moto de ENDURO, haciendo unos 100 km diarios,
incluso compitiendo en campeonatos de Andalucía, España y el último, que era
del Mundo, en Brasil, el cual permitía a gente que no era de élite participar
en este tipo de pruebas (era por etapas, cada una de ellas 300 km). De pequeños
entrábamos mi hermano y yo a las cuevas con cualquier material, hoy en día eso
sería algo impensable. Hice la primera carrera por montaña en Alpandeire, gracias
a mi compañero Ilde que ha trabajo conmigo “es una excelente carrera”. Por él
empezamos a correr por montaña”.
Helen/Sergio: “
Nosotros hemos practicado montaña siempre, hemos sido montañeros antes que
corredores. Vamos con mucha ilusión a los Alpes y consideramos que la
preparación ha sido bastante buena”.
¿Os sentís unidos a
la montaña?
Si.
¿Qué creéis que ven vuestros hijos en muestra manera de ver la vida?
El niño 10
años y la niña 7. El es el que más motivación tiene por la montaña y por todo
lo que le rodea. Desde pequeño escalaba bien equipado. El niño por un familiar
empezó a jugar el fútbol, pero el de vernos a nosotros disfrutar de la montaña
dejo de ir al fútbol y lo único que le motiva es correr.
Sergio, trabajas para
el Grupo de Emergencias de Andalucía GREA, ¿creéis que se producen muchas
imprudencias en las montañas?
La gente es bastante
imprudente a la hora de salir a la montaña. No piensan en el peligro y a la
hora de afrontarlo no son capaces de salir. No van con los materiales
necesarios que requiere cada actividad de montaña. La gente va a las grandes
superficies y se creen que por comprar el material de la gente que con
experiencia, es suficiente.
¿Dónde sois
verdaderamente felices?
En la montaña.
¿Qué significa para
vosotros el trailrunning?
Helen: “La idea no
era competir, era conocer diferentes lugares y montañas. La búsqueda de nuevos
paisajes es lo que hizo buscar pruebas diferentes. El ambiente de las carreras
es increíble, sobre todo el acercamiento de la gente que participa en las pruebas. La gente que no me conoce me dice que estoy un poco loca, pero yo respondo que para mi es una meta
participar, estar en la montaña y disfrutar”.
Sergio: “La posibilidad de entrar en lugares
que se permite paso para ese día es espectacular. La gente en el trail running
es diferente, hablan y disfrutan como cada uno plantea la prueba. Valoro un
momento en la Pinsapo Trail en la que Zaid se dedicó a animar a tod@s l@s
corredores, fue un momento muy especial”.
Un amanecer…
En el Mont Blanc.
Un atardecer…
Helen: Sierra Nevada.
Sergio: Después de
volver de una buena ruta de nieve, escalada en hielo y vas dirección al coche
atardeciendo con la sensación de cansancio…
Próximamente
disputaréis en los Alpes una de las pruebas más importantes del mundo UTMB, en
la modalidad CCC (100km), ¿cómo la afrontáis?
Nuestra idea es hacerla
a nivel individual cada uno plateará su aventura. Cada uno que sea
autosuficiente. Aunque la solicitud la echáramos pero teníamos claro ir de
forma individual aunque por circunstancia de la carrera nos podamos encontrar.
Helen: Temo la noche por no controlar el
terreno y por las condiciones climáticas. Principalmente el frio debido a una
mala experiencia en el Mont Blanc en el que tuve principio de congelación.
¿Qué significa para
vosotros “búscame en la cima”?
Helen: En la cima no
esta mi "Meta", es mucho más, la bajada, el camino hasta llegar
a ella.
Sergio: En dos meses
recibirás respuesta…
Sergio me comentó: “En
Espeleología para quitar el frío del cuerpo se utiliza una manta térmica y una vela, la cual te la colocas entre las piernas con la manta colocada para que no
se quema, sube la temperatura corporal rápido”.
Os puedo decir que fue una entrevista muy especial, durante más de
tres horas hablamos de nuestras vidas, montañas y vivencias… Prácticamente no
pronuncié pregunta alguna sino que la conversación fue fluyendo de una manera
natural… Agradecerles su acogida y sobre todo haberme aportado tanto de su
experiencia y buen hacer.
Hoy han finalizado los dos la CCC, enhorabuena y este es mi pequeño regalo.
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