martes, 13 de octubre de 2015

“No me resigno, a que cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido” Padre Arrupe


Ha llegado el momento de parar y respirar, de almacenar y sentir todo lo vivido. Con esto no me despido, estoy poniendo un punto y aparte en el Proyecto Solidario Pintando Cimas. El día 26 de Octubre será el cierre de los pedidos de camisetas. ¿Qué hacer ahora? El dinero que ha quedado y quedará lo dejaré de base para próximos objetivos en el 2016, afrontando así nuevos lugares donde PINTAR CIMAS. Pero aún queda cosas por terminar, antes de tomar este descanso… Próximamente verá la luz el vídeo del PROYECTO, en el que buscaremos la forma de transmitir todo lo vivido en este año. Me gustaría hacer una crónica, pero son tantas las emociones que quizás es difícil de redactar. Lo primero y así me gustaría empezar, es dar las GRACIAS, sí, las GRACIAS, en mayúsculas porque es así como os la merecéis tod@s l@s que habéis apoyado el proyecto desde el principio. Impresionante la repercusión que ha tenido, me ido adaptando a todo lo que me ha ido llegando, restándolo minutos a mis amigos y familia, pero sabiendo que era mi sueño. He caminado por una senda que ha presentado obstáculos que he podido pasar y momentos de felicidad plena. Estos días en el Atlas Marroquí, me he sentido una persona muy pequeña en un mundo muy grande, quiero y deseo poner un granito de arena en un mundo falto de valores, emociones y sentimientos. Los niñ@s del Atlas me han enseñando que verdaderamente lo que nos hace felices en la vida es tener SUEÑOS, luchar por cumplirlos y ser partícipes de sonrisas compartidas. Corazones que se han abierto para brindarnos un pequeño hueco en ellos, para así construir un mundo mejor. Como diría el Padre Arrupe “No me resigno, a que cuando yo muera, siga el mundo como si yo no hubiera vivido”.

Por Carlos Chamorro.