jueves, 13 de diciembre de 2012

Finalizando la temporada 2012 en el Ultra de Chiva


Ultra de Chiva, unos 63 km más 3.000 metros positivos, esta era mi última carrera de la temporada 2012 y además tenía que acabarla, si para el año que viene quería aspirar a participar en el UTMB.
Viernes. Me voy desde las Casillas de Martos hasta Jaén para dejar el coche y partir ahí continúo el camino con Noelia y Lorenzo. Más tarde llegaríamos a Puente Génave, donde recogeríamos a Emilio Vizcaíno para así marchar los cuatro rumbo directo hasta Chiva, como siempre viaje de risas, aventuras, etc. Después de más de cuatro horas, llegamos a nuestro destino, aparcamos el coche y nos dirigimos hasta la zona de entrega de dorsales. En el trayecto nos encontramos con el amigo Mikel Leal y otros dos compañeros, nos cuentan aspectos de la carrera y nos pegamos unas buenas risas, pienso “estos vascos son unos cracks”. Ya en la zona donde estaban todos los corredores, me encuentro con Manoli (amiga y gran corredora por montaña), hablamos con ella y con Paco (organizador de la prueba).

 Nos vamos pronto para el Hotel, que hay que madrugar para la salida de la prueba.
Son las 6:00 de la mañana, temperatura ambiente unos 8 grados, valoramos qué material llevar, aunque parte de este lo hemos preparado la noche anterior, contaremos durante la prueba con la asistencia de Loren, al cual le doy comida e isotónico.

  

Ya son las 6:55, estoy a cinco minutos de la salida, bien colocado y con mi frontal en la cabeza para encenderlo en cuanto entremos en el monte. La salida se realiza a un ritmo alto, mientras tanto, un animador nos hace sentirnos con su micro como verdaderos “gladiadores”, me coloco en cabeza, no lo dudo, los tres vascos (Mikel entre ellos, uuff!!! No paraba de hablar) tiran del grupo, pero pronto marcharán a la parte de atrás (buscaban mejorar el tiempo del año pasado que fue 7.15)… Me encantaba mirar atrás y ver esa serpiente de luces que se empiezó a formar, nos quedamos un grupo de unos 8 corredores, pero…. me pongo a tirar, me encuentro bien y por qué no, a darlo todo… Un tal Santi (una máquina del equipo de Cuenca) se coloca detrás, presiento que vamos demasiado rápido, así es, lo compruebo en mi reloj, vamos como si fuera una carrera por montaña de 30 km. Giro la cabeza, observo un bello amanecer en el horizonte de Valencia, con su costa al fondo, pero me doy cuenta de que nadie más mira; todo el mundo muy atento al ritmo de carrera. Empiezo a darme cuenta de que el ritmo sigue exigente y a partir del km 10 me centro en ahorrar en mi zancada. Me coloco quinto, adelantaría a otro corredor y me situaría cuarto, antes de llegar al avituallamiento donde se encontraba Lorenzo, donde le doy frontal y cortavientos, menos la camiseta larga térmica, hace frio y debo de abrigarme. Continúo en la misma posición controlando a la gente que llevo detrás, no me cogen terreno, eso quiere decir que todos vamos con la reserva puesta. Entre buenas subidas, partes técnicas, arroyos secos, veredas con piedra, precipicios, el recorrido es bonito, mi ritmo sigue vivo, aunque tomo una mala decisión… 

Emilio Vizacino en una de las partes más rápidas de las carrera.

Cuando llevo cuatro horas de carrera, siendo las 11 de la mañana, me quito la camiseta térmica, pensando que la temperatura es cálida, lo cual hace que me provoque un enfriamiento que me deja algo débil, sé salir de ese momento, pero dos corredores me dan alcance y me adelantan. Ahora en sexta posición llego hasta el avituallamiento del km 50, tomo isotónico y algo de Nutella, no paro casi nada y adelanto a uno, me coloco en quinta posición. Ya sabía que a partir de aquí me tenía que dedicar a aguantar la posición, me marco un buen ritmo, y además me motiva mucho ir adelantando a gente de la carrera corta. Aunque ya en la última subida -45 % de desnivel- veo que no le llevo mucho tiempo al sexto y séptimo clasificado, eso hace que vuelva a incrementar el ritmo y acabar la carrera a 3.45 el km,… ya en los últimos metros, disfruto de la gente, de los ánimos de Noelia (se tuvo que retirar por esguince de tobillo) y Lorenzo, abro los brazos en el arco de meta… Había disputado una gran carrera. Quinto de la General en 6 horas 20 minutos durante 63km, gran marca y mejores sensaciones. Emilio Vizacino finalizo en el 72º General y 7 horas 38 minutos. La vuelta a casa sería al día siguiente, para celebrarlo alguna cerveza Estrella de la zona y visita turística al Castillo de Chiva (¿¡Si hay castillo!?) La conversación de vuelta se centró en estadísticas y cálculo mental de habitantes medio por ciudad o pueblo (je, je, je). Bueno y qué decir, que ya tengo grandes objetivos para 2013: Transvulcania y UTMB (si toca en el sorteo…).
Con mi amigo Mikel Leal.

2 comentarios:

  1. Enhorabuena!!! Buena marca y quinto....increible!
    Susana

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  2. http://www.carrerasierradechiva.com
    Tiempos de paso, abrazos fuertes y no pares, gasa!!!!! o como dice Pedrito, Mucho monte!ª!!!!!!!

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