miércoles, 22 de mayo de 2013

Transvulcania "LA ISLA BONITA"


Recordar Transvulcania es para mí un sentimiento de alegría, aunque allí ha sido donde he pasado uno de los peores momentos de mi vida “en la montaña”; puedo decir que jamás olvidaré esta carrera.
Enumerar la cantidad de motivos de por qué es tan espectacular, podría llegar a ser un texto de mil líneas, considerando que no deja de ser la isla “bonita”.
Todo empezó a ser especial desde el mismo momento que me monté en la avioneta que te traslada desde Tenerife a La Palma. Un vehículo de hélices, en el cual no caben más de 50 personas y todas bien apretadas. La llegada fue como aterrizar en un paraíso, la zona era impresionante y con mucha diversidad de terreno. Allí me esperaba mi amigo Lorenzo para ir a recoger el dorsal en los Llanos de Ariadne. Empezamos a hablar de cómo la isla se movilizaba para la carrera, todo era impresionante, la cartelería, las fotografías en el aeropuerto… Pero claro no podía ocultar mi dolor de garganta y mi temperatura corporal que era alta (compré paracetamol en el aeropuerto de Tenerife).  Llega la primera alegría del día cuando me enterode  que mi amiga Noelia está embarazada, qué gran motivo para no correr Transvulcania. ¡Felicidades a los futuros papis!

La salida a las 6 de la mañana hace que nos levantemos para las 4, mis sensaciones no son nada buenas, la verdad es que no estoy bien, he dormido muy mal y la garganta está muy dolorida. La salida del Faro de Fuencaliente era una imagen de otro planeta y allí, entre tantos deportistas, Loren y yo, jeje, qué felices. Pasamos el control de chip y animo a Lorenzo a que nos coloquemos en primera línea de salida, sabiendo después el embudo que se hacía. Miro a nuestro lado, Kilian, Emelie, Luis Alberto, Miguel, Uxue… creo que estamos bien colocados, jeje, mejor imposible.




 Se da la salida y la gente sale como si se tratara de una carrera de 10 km, algo que me deja sin aliento. Me coloco bien, como siempre, buscando a alguien que me lleve a buen ritmo, veo a Uxue Fraile (Adidas Team), me quedo con ella, sé de informaciones anteriores que es una chica que sabe regular muy bien; vamos, una crack. Controlo y el paso del pueblo Los Canarios lo hago con ella, simplemente los gritos de la gente me hacen que ni me pare en el avituallamiento, continuamos a buen ritmo, no me encuentro mal pero el polvo que vamos levantando con la garganta roja va haciendo bastante daño. Empieza un momento en el que disfruto del amanecer, paso a paso, el cielo enrojece y me siento feliz. Casi a punto de terminar la ascensión, Uxue se separa de mí y marcha a la caza de su rival Fernanda Maciel (The Nort Face Team). Bajo el ritmo, pero ya la sensación de mis piernas y una débil falta de oxígeno marcan un momento que se convertirá en terrible. Llegamos en bajada al refugio del Pilar ¡IM PRE SIO NAN TE! Qué cantidad de gente chillando, repongo isotónico y como una barrita de power bar, me anima Noelia, que me pregunta cómo voy, con la mano le indico “regular”. Ya por la pista empiezo a no ir nada bien, me quito la zapatilla y veo que una de las uñas me la he reventado, me pone un esparadrapo;pero nada, eso no es. Mi oxígeno no es el conveniente para el esfuerzo que estoy haciendo, ¿qué me esta pasando?

Con lo bien que había entrenado durante los últimos meses y desde el Miércoles anterior todo se fue al traste, intento ver el lado positivo, en el sitio tan privilegiado, pero no aguanto y empiezo a meterme los dedos en la garganta para aliviar la entrada de aire, pregunto dónde está el médico. Me contestan: “a unos 9 km”. No sé exactamente lo que me pasó por la cabeza, pero lo únicoque quería era “LLEGAR” como sea, pero “LLEGAR”. A duras penas avanzo haciendo varias paradas para coger aliento,llego al refugio de los Roques, el médico me toma las constantes vitales, mi pulso fenomenal 120 ppm, me hacen hasta un electro, todo muy bien, pero… 80 mg de urbasón serán la solución para la gran inflamación que tengo en la garganta, me dicen “aquí no te puedes retirar, en 5 km más hay una vía de escape en el pico de las Nieves”. Pues cuando me recupero del gran dolor del pinchazo, marcho medio cojeando, para llegar lo antes posible, se me salta una lagrima, mi sueño se desvanece, sin dejar de pensar que volveré; me lo debo a mi y a la gente que me sigue. Allí me encuentro retirado a Santi Obaya (Land Team), un profesional del ultrafondo, aprovechamos para charlar y marchar juntos a la zona de vehículos de emergencia. Aunque viendo que tardaban mucho hablamos con una familia de La Palma y fueron ellos los que nos llevaron a la Meta. Allí era donde no me hubiera gustado estar, porque ver todo lo que había montado para la llegada era como más doloroso, pero…. Loren es un gran amigo y había que esperarlo,… Noelia y yo impacientes con la espera de Loren,… su llegada triunfal, como si hubiera ganado la carrera, me venía a la cabeza cuando estuvo tan enfermo y pensaba “se merece este momento por todo lo que había sufrido”. Marchamos a nuestro apartamento que estaba en un lugar privilegiado en el Puerto de Tazacorte. Después de la ducha, me venían muchas cosas a la cabeza, pero eso sí,… recuperarme era mi primer objetivo.
A la mañana siguiente, me fui a ver a Jordi Saragossa y a Kilian, allí conocí al fotógrafo Rubén Fueyo, nos encontramos con el gran Miguel Caballero. Pasamos un gran rato de risas, le hice entrega a Kilian de un dibujo de mi alumno Mario, también me firmó un libro para un buen amigo, y disfrutamos de un rato de charla, contando aventurillas. Y por la tarde marchamos para nuestro destino, el cual para mi sería descansar unas 5 horas, ir a urgencias  y marchar para los Pirineos -que será otra entrada en mi blog-.

Solo decir que en la Palma se ha quedado un trozo de este buscador de cimas, para volver a disfrutar de ese gran sendero que cruza toda la isla de la Palma. Felicitar, por último, a esta gran organización por el magnífico evento que ha montado en la isla.

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